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miércoles, septiembre 07, 2005

BAUL De Los Recuerdos

Lo prado no es el de ayer, el tiempo traspasa fronteras abasallando el verde, e l aire dia con dia muere, como en llo lleo muchos habran veraneado en ese pueblito con aires para el corazon se decia, hoy solo una playa de estacionamientos para camioneros, el infierno en la tierra y ayer el paraiso yo lo conoci el 60 asi conoci llo lleo.

En un día, donde el sol marcaba el cenit, con una calida y suave brisa que mas bien daba la sensación de una caricia, el aroma a pinos, venidos de un bosque cercano, y la vitalidad propia de carlos y hugo, dos menores de 10 y 8 años respectivamente, vistiendo un short, torso y pies desnudos, covijan anciosos sus sueños infantiles, contornado una laguna de aguas esmeralda, mostrando en sus orillas moluscos, donde la madreperla muestra luces tornasol, mientras pecesillos salpican el agua mas alla por el centro de la laguna.
Un silvato, traspasa el espacio desde la distancia, frontera sin limite ante el estrepitoso golpeteo y rechinar de ruedas, que anuncian la llegada de un interminable caballo de hierro, que se detendra por unos minutos, entregando desde sus entrañas una multiplicidad de colores y rostros que seran comunes por varios días, luego continuara su cabalgata por su sendero de esclavitud hasta llegar a cartagena.
La laguna, paulatinamente va quedando atrás, el bosque empequeñeciendo a cada paso, cada arbusto, ó insecto, son un mundo por descubir, las dunas son montañas que hay que escalar y luego rodar y rodar hasta el fondo para luego levantar el rostro al cielo, sacudir la arena del pelo y volver a intentar una tras otra, valbuceando, casi ya sin aliento, se escucha el rio, pronto sera visible. Sus fauces, mas de un moceton aventurero, a tragado, cullo cuerpo vomitan mantos de agua, que acarician la arena por alla por barranca.
Ahí esta, es el rio maipo, semeja una serpiente de greda, culla cabesa esconde bajo las aguas del pasifico, carlos y hugo saltan y corren la pesca dara comienso, al menos lo intentaran, soñaran con Róbalos y corvinas aunque en esta agua solo tranciten carpas, un trocito de miga, la amasan, para luego colocarla en un clavito doblado atado a un hilo y lansarlo a las sinuosas aguas una y otra ves, mientras lucesillas cristalinas empequeñecen los ojos, las mejillas se tuestan. y el sol, el sol va en picada y en un par de horas más caera al mar y no se apagará, pues mañana volvera a estar alla, arriba, en el azul del cielo, alumbrando nuestras vidas.
Ya es hora de volver, el sol no debe caer, el bosque esta cerca y de noche salen las brujas, y ellas estan justamente en el bosque, para el lado del rio, ellos van de prisa como tentando a la suerte se acercan peligrosamente, los arbustos son diferentes y esconden lagartijas, que serpentean al correr, uyendo hacia el bosque, invitando tras si a carlos secundado por hugo, donde los pasos son mas medidos no hay que despertar a las brujas, los árboles son iguales a los que delindan la casa, quisas mas verdes, mas puros, ojalá el sol no corra, hay un espacio en el bosque, es un claro rodeado de pinos, no corre una brisa, el sol traspasa los árboles con dagas de luz, hugo se tira en la arena y carlos lo mismo, por un momento descansan con sus miradas al infinito, una gaviotas cruzan el claro, conformando una inmensa V en el cielo, que los vuelve a la realidad, usmeando las copas de los árboles ninguna bruja a la vista, de prisa su puesta en pié, comienzan una atolondrada carrera, ahora el bosque es más tupido, todo es sombra,se siente helado y las copas comiensan su arullo al compas del viento, uno de los árboles esta inclinado invita a conquistarlo pero ya es tarde, mañana sera otro dia, ojalá lo encontremos sera nuestro, veremos mas arriba, sera otro mundo.
Se dislumbra la casa, la paz vuelve a los corazones, unos pasos mas y a salvos, las brujas an perdido su oportunidad, la puerta
La dejan bien cerrada y en casa, aun es de dia el clima a cambiado desde el sur viene un fuerte viento trayendo consigo un aroma a pescado, la v que conforman las gaviotas esta como sostenida en el aire, una mirada al orizonte y el sol sucumbe tragado por el mar, y el cielo cambia a un azul aterciopelado con unos brochazos dorados, anaranjado, quizas el sol hace ervir el agua y da esos tonos al cielo.

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